El hecho de contratar un seguro, le proporciona seguridad económica ante el riesgo de personas que pudieran en un futuro sufrir algún daño o bienes que serían difícil de reponer.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (condusef), en México el 34% de los automóviles que circulan en el país están asegurados, mientras que en el caso de las viviendas la cantidad disminuye a un 3%.
Las características climáticas, topográficas e hidrográficas de nuestro país ponen en riesgo el patrimonio de muchas familias, aunado a eso, la sociedad carece de la cultura de contratación de un seguro, la falta de información y cultura financiera son algunas de las causas que han influido de gran manera para que los seguros de casa habitación sean los de menos demanda.
Aunque es evidente que un automóvil está más expuesto a un accidente, resulta catastrófico para una familia perder su patrimonio a causa de un desastre natural o un incendio, el robo a casa habitación es otro peligro latente que puede generar grandes pérdidas económicas.
Si usted decide asegurar su propiedad, debe saber que el costo dependerá de la zona del país, por ejemplo si su vivienda se encuentra dentro de una zona sísmica, expuesta a erupciones volcánicas o huracanes, el precio será un poco más alto. El índice delictivo de su ciudad, colonia o municipio es otro factor que podría incrementar el valor del contrato.
La Condusef clasifica los seguros de vivienda en cuatro grandes categorías donde se explica resumidamente qué abarcan:
1. Contenido. Cubre todos los muebles que su habitación posea (electrodomésticos, ropa, joyas, obras de arte) y que sufran algún accidente doméstico.
2. Robo. En caso de sufrir algún daño ocasionado por la delincuencia, como un asalto o robo con violencia, es decir, cuando el peritaje arroja que se empleó la fuerza.
3. Desastres naturales. Cubre los percances ocasionados por terremotos, erupciones volcánicas, huracanes o inundaciones, entre otros daños causados por los naturales. Tiene dos modalidades:
La primera cubrirá únicamente la construcción mientras que la segunda incluirá también su contenido.
4. Incendios. Respalda todos los bienes que estén dentro de su casa al momento de sufrir del siniestro.
También es posible contratar un seguro que incluya los llamados gastos extraordinarios, que incluyen el pago de la renta de otra vivienda mientras se realizan las reparaciones que requiera su casa, o el de cobertura de Responsabilidad Civil. De la segunda dependerá la indemnización por daños y perjuicios no dolosos causados a terceros o a sus bienes, un ejemplo sería, una fuga de agua que perjudique una vivienda de a lado, un incendio que se propague hasta otra casa, o que la mascota de la familia agreda a un vecino.
El costo por contratar un seguro para su casa puede ser similar al de un automóvil, pero el patrimonio familiar es infinitamente prioritario y más importante.
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